leyenda "A fonte da galiña"

Lenda ferrolana.

A fonte da galiña

Os restos dos castros sempre chamaron a atención de xentes que vivían

preto deles e que descoñecían a súa historia. Preguntábanse que serían aqueles

muros e quen tería vivido alí. A imaxinación popular tratou de darlle unha  
explicación mediante as lendas, que case sempre coinciden en rodear os castros de

certo misterio e en considerarllos vivendas dos mouros (non no sentido de árabes,

senón como seres rnáxicos).

Do castro de Vilasanche, no concello de Ferrol, hai a seguinte lenda que

aínda relatan os vellos do lugar:

“Contan que hai moito tempo eses restos de parede eran casas habitadas

polos mouros, pero cando eles marcharon quedaron abandonadas. Por alí case

ninguén acudía, pois dicían que no manancial, que ó seu carón brotaba,

 andaba unha meiga polas noites.

Un día, un home atravesouse a se achegar, e veu unha galiña cos pitiños

bebendo na fonte. Estrañouse moito de que estiveran alí, no medio do monte, tan

lonxe de casas habitadas. O achegarse, a galiña e mailos pitos saíron voando e

perdéronse no ceo. Era a meiga, que xa nunca máis volveu. A partir dese

‘momento quedoulle o nome de “fonte da galiña”.

Hai quen asegura que nas noites de lúa chea se pode ouvir, por entre as

Pedras da fonte, o eco do piar dos pitiños e o cacarexo da galiña.

Leyenda: El gaitero y los lobos de la "fraga do Eume"

Cuenta la leyenda que un día caminaba por el bosque de la "fraga do Eume", a través de empinados senderos. Por la mañana había fiesta y música en la aldea y luego,

hasta el atardecer, juerga y tocar de gaitas en casa de unos parientes. Él ademas de labriego, era gaiteiro en su tiempo libre, llevando para casa un dinero extra que tanta falta hacia.

la noche lo había sorprendido de regreso a su vivienda. Le habían indicado un atajo por el medio del monte y decidió utilizarlo, pero la espesura y frondosidad de la vegetación impedía la visibilidad. El aullido de los lobos, cada vez mas nítido  le hizo apurar el paso; los tropezones con las piedras lo envolvieron en miedo y angustia.

El gaiteiro y lobos flacos y hambrientos

De repente, los vio allí  eran varios lobos flacos y hambrientos. El instinto, en estos casos, gana al raciocinio, y se sorprendió subido a un árbol inmenso. Aun no sabia como había sido capaz de hacerlo, él, que siempre había sufrido vértigo, había sido la adrenalina del momento, quizás  En las manos llevaba la gaita, y pensó en usarla como un palo defensivo en el caso de que los lobos quisiesen subir. luego dudo si debería tocarla, por si alguien pudiese oírlo y ayudarlo.

El frió del miedo y de la noche no lo dejaba pensar bien. Temblaba. Por fin se decidió y comenzó a tocar una muiñeira. Ante su sorpresa, los lobos se calmaron y, al son de la gaita, fueron desapareciendo lentamente, parecían amansados.

lo que el gaiteiro no sabia es que toda la Fraga del Eume estaba emocionada con aquella música.

Leyenda: Las tres doncellas transparentes

Leyenda sobre una ciudad sumergida en las riberas del Eume gracias a un conjuro.

Tomada de: http://tinyurl.com/c4jjzab

Los habitantes de Pontedeume y Cabanas escudriñan la amplia extension de la desembocadura del rio Eume. Entonces recuerdan aquella vieja historia:
 

En ambas riberas del Eume, cuando era un río estrecho y tranquilo, se extendia
una prospera ciudad a la que arribaban barcos de lejanos paises. tambien sufrian ataques piratas,
por lo que construyeron un castillo en el monte.

la ciudad sobresalia por la inteligencia y belleza de sus mujeres. Sin embargo, tres doncellas destacaban por su atractivo.

No se conocia su pasado ni su procedencia. Se habian instalado en un palacio junto al mar, dorado, y alli celebraban fiestas eternas, con ricos manjares y vinos. Las tres doncellas, de sonrisas enigmaticas, vestian sedas, linos y organdíes  encajes de bolillos y joyas de oro y plata. Pero, con todo, eran totalmente transparentes. Si bebian vino tinto, se les veia la lenta trayectoria por el interior de sus cuerpos. 

¿Quienes eran esas damas que embaucaban a los hombres?

El Alcaide del castillo penso que, con oficiales y soldados cansados, la ciudad estaba desprotegida. y visito a un anciano solitario y sabio, que habitaba en la Fraga del Eume. El desasociego se instalo en su mirada, antes apacible y franca: " Conozco bien a esas tres doncellas transparentes. Estan destruyendo hombres y ciudad. Nada se puede hacer. El lugar esta maldito".

El anciano mando al Alcaide a permanecer toda la noche en su fortaleza. luego, con una rama de manzano con forma de V, de las usadas para encontrar aguas subterraneas y construir pozos, señalo la ciudad. Grito un conjuro, y el eco desencadeno una tremenda tormenta. la fuerza del vieno y la lluvia aumentaban, en el mar arreciaba el temporal. Pero la vida continuaba normalmente en al ciudad. ¡como suspender fiestas y bailes sólo por la lluvia! Con nuevos torrentes en el bosque, el agua del Eume crecia.
¿Escamparia alguna vez?



Al alba, todo era calma. El Alcaide, espantado, vio que en vez de casas, palacios y puerto, sólo habia una gran extension de agua. La ciudad habia quedado sumergida.